lunes, 10 de agosto de 2009

Desconcentración o Autonomia

El primer párrafo del artículo 1 de la Constitución de la República del Ecuador, En el Capítulo primero de los PRINCIPIOS FUNDAMENTALES, dice: “ El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, UNITARIO, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en forma de república y se GOBIERNA de manera descentralizada”. En síntesis, de acuerdo al tema que estamos tratando, dice: El ESTADO es UNITARIO y se GOBIERNA de manera descentralizada. Rodrigo Borja, define al Estado Unitario como: “El territorio forma una unidad, dividida tan sólo con fines administrativos. Su gobierno central tiene, por medio del parlamento único, el monopolio de la creación de normas jurídicas que valen para todo su ámbito territorial, al tiempo que las funciones de la administración y de la jurisdicción se realizan por órganos de dicho gobierno. NO hay subsistemas regionales políticamente autónomos. Todas las facultades de decisión se concentran en los órganos centrales de gobierno, y las autoridades inferiores, encargadas de ejecutarlas, poseen poco radio de acción”. El Capítulo tercero, trata de los Gobiernos autónomos descentralizados y regímenes especiales, que serán analizados cuando se conozca el texto completo del CÓDIGO ORGANICO DE ORGANIZACIÓN TERRITORIAL, AUTONOMIA Y DESCENTRALIZACION, que ya se anunció su envío a la Comisión Legislativa del Congresillo. Esta norma regulará la descentralización, la regionalización, la política y las funciones de los gobiernos autónomos descentralizados ( regiones, prefecturas, distritos metropolitanos, municipios, juntas parroquiales y regímenes especiales ) en la que se establece los respectivos niveles de financiamiento. El Presidente Correa adelantó lo siguiente: “Los puertos fluviales serán municipales, pero los puertos marítimos serán controlados por el Gobierno Central, porque un puerto marítimo como el de Guayaquil, donde entra y sale el 70 % del comercio internacional, ya nos afecta a todos los ecuatorianos. En consecuencia, el nivel de decisión, de control, de administración, debe de estar a nivel del Gobierno Central”. Y además agregó: “Para evitar que por allí haya alcaldes tirados a bravucones que quieren COGERSE COSAS QUE NO LE CORRESPONDEN, cada nivel de gobierno debe tener decisión sobre cosas que afectan sobre su territorio y nada más, pero no puede tener decisión sobre cosas que afectan a nivel nacional”. Es lamentable que con estos criterios se gobierne un país y que por diferencias políticas-electorales se resuelva no continuar con el Programa de Aseguramiento Popular que beneficia a un amplio sector marginal de Guayaquil en la atención de salud y antes se retiró el apoyo económico que conjuntamente con la Universidad, La Municipalidad de Guayaquil y el Gobierno atendió la reparación de decenas de locales escolares. Este CENTRALISMO enfermizo y retrógrado es el que se quiere implantar en el país, que es la misma línea de Lucio Gutiérrez cuando manifestó que continuaría la revolución juliana después que se produjo el derrocamiento de Mahuad, por esa razón lo llamó PATRIOTA cuando apoyó con sus votos en el Congreso para la consulta de la Asamblea Constituyente, debido a que lo poco que existía referente a las Autonomías y verdadera descentralización en la Constitución anterior les parecía excesivo. Ahora este centralismo enfermizo lo llaman “Socialismo del siglo XXI” que sólo ha resultado un maquillaje rosado para –por enésima ocasión- engañar al pueblo que después de “la larga noche neoliberal” se ha pasado a “la madrugada centralista corrupta”, se han revelado como fieles seguidores de la filosofía del Gatopardismo que piensan que introduciendo reformas cosméticas y entusiasmando a las masas se proponen perfeccionar el centralismo y controlar todo en contratos, suministros, servicios, proyectos, estudios, y dejar las migajas a los “provincianos” que no son capaces de administrar ni de gobernarse. Esto produciría una grave recesión económica, parecida a la que se produjo después de la Junta Militar del año 1963 cuando igual centralizaron el presupuesto y no se realizó inversiones de proyectos en las provincias.

LA REGIONALIZACION

La regionalización del país debe hacerse, para cumplir, de acuerdo a la propuesta de los Gobiernos Provinciales de Azuay y El Oro, lo siguiente: “-Propiciar el reordenamiento territorial que viabilice la construcción de pactos territoriales justos y equitativos fortaleciendo la unidad del país y propiciando una nueva división política que permita el desarrollo de la población que habita en y fuera del territorio nacional; “-Conformar los Gobiernos Intermedios de responsabilidad regional como articuladores de los gobiernos provinciales, cantorales y parroquiales fortalecidos; “-Establecer un sistema concertado de competencias y funciones para los distintos niveles de gobierno y organización de estructuras administrativas para sustentarlo”. Pero este claro objetivo ha sido reducido por SENPLADES (organismo central de planificación) a una división arbitraria de siete “regiones”, que no aporta nada a un fortalecimiento regional, en la que se distribuirían oficinas burocráticas del Gobierno Central para impresionar a los habitantes de que se esta “descentralizando”, cuando en realidad se trata de DESCONCENTRAR ciertas funciones del poder central para evitar ir a Quito a cumplir determinados trámites. La designación de las capitales administrativas que ha provocado el celo o el reclamo de otras ciudades de la misma región, corresponde a la doctrina maquiavélica de “Divide y Reynarás”

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