jueves, 23 de julio de 2009

Ciencia y Civilización

“La ciencia se inició con los griegos”, es la afirmación que muchos manuales elementales de Historia lo dicen pero que es básicamente falsa. La única ciencia que desarrollaron los griegos fue la Geometría. Lo que tiene de admirable el pensamiento griego es su faceta filosófica. Aristóteles, que además de filósofo fue un destacado naturalista, y Arquímedes, el gran experimentador de la antigüedad clásica, fueron honrosas excepciones. El método científico tuvo por precursor al monje inglés Roger Bacon, y cobró formas definitivas con Galileo Galilei (1564-1642), siglo y medio antes de que se iniciara la Revolución Industrial. Con el inicio de la etapa industrial fue cuando la ciencia desempeñó un papel verdaderamente importante para la vida del hombre. Hasta ese momento (1700) la Biología a pesar de disponer ya del microscopio, nada sabía acerca de la estructura básica de la vida. Las células vivas son tan transparentes como el agua que no se las podía observar a través del microscopio, pero en 1870, después de haber sido descubiertas las anilinas con las que se pudieron dar color a los tejidos y las distintas partes de la célula absorben diferentes colorantes, surgieron bajo los lentes del microscopio las imágenes de las membranas y de los núcleos. Otra Biología acababa de nacer. Después de haber realizado 606 experimentos los dos investigadores que juntaron anilina con arsénico crearon el “Salvarsán 606”, una droga que inyectada en pacientes sifilíticos, mataba a las feroces espiroquetas –que ya resultaban bien visibles gracias al uso de las anilinas-, sin afectar al paciente. A lo largo de cuatro siglos, la sífilis, enfermedad más temida aún que la peste y la lepra, había devastado a Europa. En América durante los tres siglos que duró la colonia, Eugenio Francisco Javier de Santa Cruz y Espejo (1747-1795), representa una de los pocos genios de su época, editó “Las Primicias de la cultura de Quito”, un cinco de enero de 1792, con su lema: “si no existe la libertad de imprenta, lícito es pintar en las paredes el grito de rebeldía de los pueblos”, fue quien descubrió que la causa de las viruelas eran los microbios adelantándose en cien años al padre de la microbiología, Louis Pasteur; Espejo dictó las normas de higiene para evitar la contaminación con la construcción de la canalización para drenar las aguas negras de la ciudad, y cuando aconsejó que los cadáveres sean sacados de las catacumbas de los templos y sepultados en los cementerios fuera del perímetro urbano, fue acusado de perverso; cuando repitió que la causa de las pestes eran unos animalitos chiquitos llamados microbios, y no la cólera de Dios fue acusado de hereje. Espejo murió el 27 de diciembre de 1795 en la absoluta pobreza, su acta de defunción se encuentra en el tomo titulado: “Defunciones de indios y cholos”, en el archivo de la Curia Metropolitana, situado en la casa de Manuelita Cañizares, la autora del primer grito de independencia del 10 de agosto de 1809, ubicado junto al Sagrario, frente al calabozo donde Espejo fue encarcelado humillado torturado y asesinado, sepultado en el cementerio de el Tejar, sin lloronas, sin elegías, sin repiques de campanas, sin inscripciones, sin una cruz, sólo con su grito: “Un Día Resucitará La Patria”.

AVANCE DE LAS CIENCIAS

En ese momento, la humanidad pensó que todo era posible en el campo de la medicina. El siglo XIX se convirtió en el siglo del “optimismo científico”. La ciencia iría ampliando el poder del hombre sobre la naturaleza. Todas las enfermedades serían vencidas tarde o temprano, todas las naciones llegarían a ser civilizadas y los hombres viajarían a la Luna. Hasta los días de I. Pavlov, la Sicología se preocupaba mucho en investigar la existencia de un ente al que llamaba Alma. Pavlov no era un sicólogo sino un fisiólogo que estudiaba el proceso de salivación de los perros. Hizo la prueba de dar comida a un perro mientras hacía sonar la campanilla. Después de repetir el experimento varias veces, hizo sonar la campanilla sin presentarle al animal comida alguna, sin embargo el perro salivó. El reflejo de salivación había sido condicionado al sonido de la campanilla. A partir de este descubrimiento, muy simple en esencia, modificándolo y complicándolo en forma sistemática, Pavlov logró esclarecer un amplio campo del funcionamiento sicológico: La Teoría del Aprendizaje. Dejando de lado las meditaciones acerca del “todo del Alma” y restringiendo el campo de sus investigaciones a detalles aparentemente simples, que hasta ese momento habían sido considerado irrelevantes, Pavlov –al igual que Mendel y Galileo- creó una nueva ciencia, la Reflexología, que tiene muchas aplicaciones en Pedagogía y en la cura de desequilibrios nerviosos. Sin embargo la Ciencia no siempre sigue ese camino. Darwin, por ejemplo, usó el método científico de otra manera. El era un hombre que observaba atentamente y reflexionaba con paciencia. Luego de graduarse con muy poco brillo, se embarcó como naturalista en el navío Beagle, con el que dio la vuelta al mundo. Ese viaje le permitió estudiar especies de animales y de plantas, separadas geográficamente, pero que revelaban evidentes afinidades. Hubo un hecho que lo intrigó desde el principio: ¿Porqué el mismo tipo de animal –digamos un pájaro- aún viviendo en islas no demasiado alejadas una de otra, poseía en cada hábitat una forma ligeramente diferente? La comprensión del porqué la alcanzó a través de un proceso de Inducción, cuando leyó los trabajos de Malthus acerca del aumento de la población mundial. Darwin enunció entonces dos principios: 1) Toda especie en cada generación, produce muchos más individuos de los que el ambiente es capaz de soportar y de alimentar; 2) En esa matanza que arrasa a cada generación, solamente los más aptos (es decir, los más fuertes, ágiles, veloces y capaces de disfrazarse dentro de su ambiente) consiguen sobrevivir. Cada generación está compuesta por individuos diferentes unos de otros, y sólo los mejores sobreviven transmitiendo a sus descendientes sus características de aptitud. Este perfeccionamiento permanente –el adaptarse sin cesar a las condiciones variables del ambiente y de los adversarios- hace que por un proceso gradual de acumulación de pequeñas diferencias, las especies evolucionen. Darwin nunca supo lo que producía las variaciones individuales que hacen posible la Selección Natural de los más aptos. Con el avance de la Genética se descubrió la naturaleza de las mutaciones e incluso se logró, en ciertos casos reproducir el proceso en el laboratorio. Hemos tenido seis civilizaciones originarias: la egipcia, la sumeria, la minoica (cretense), la china, la maya y la inca. Habremos hecho méritos para en un futuro se nos catalogue como Civilización? O sólo nos hemos que dado en el nivel de la llamada Cultura Occidental?

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