jueves, 11 de junio de 2009

Aprender a ser País

Un extranjero cansado de tanto trámite y de coímas para establecer un negocio, estalló y maldiciendo nos sentenció: “Vayan primero a aprender a ser País”. Y esta es nuestra dura realidad, todavía no aprendemos a ser País. Pero, ¿qué se necesita para ser País? Francia, después del Rey Sol, Luís XV que manifestaba “El Estado soy YO” se desencadenó la Revolución francesa y a punta de guillotinazos terminó la monarquía para establecer la República, para luego derivar con el Emperador Napoleón Bonaparte, y en el siglo XX, el movimiento estudiantil de mayo del 68, liderando Daniel “el rojo”, con su “Imaginación al Poder” puso a temblar al Gobierno de Charles de Gaulle que después del paro nacional de los trabajadores tuvo que llamar a elecciones anticipadas. Todo lo bueno y lo malo de lo que acontece en Francia a nivel de país lo relacionan con dicho movimiento, como antes era con la revolución francesa. El desarrollo de la sociedad francesa en todos los aspectos es innegable, que se lo considera uno de los países más avanzados. El caso ecuatoriano no tiene comparación. La independencia del país del coloniaje español fue una guerra de las élites de la región para liberarse de los elevados impuestos a las exportaciones y del freno o prohibiciones de elaborar productos manufacturados y de comerciar con los otros Estados del mundo. Las estructuras sociales quedaron intactas y las disputas políticas se generaron por obtener el gobierno. Después de la revolución liberal, en 1925 vino la revolución juliana, evento antiplutocrático, dirigido contra los sectores oligárquicos y bancarios especialmente de la Costa. Hay que reconocer el valor histórico de la revolución del 28 de mayo de 1944 cuyo centro fue la ciudad de Guayaquil, mas conocida como “la Gloriosa” que fue un verdadero movimiento cívico nacional que convocó y concentró a todos los sectores sociales y políticos del país para oponerse al gobierno arbitrario de Arroyo del Río. Para derrocarlo, todas las clases, sectores económicos y sociopolíticos de Costa y Sierra, se unieron en torno a un programa que se tradujo en un frente político: Alianza Democrática Ecuatoriana (ADE) donde convergieron liberales, socialistas, conservadores, comunistas y demócratas, trabajadores, empresarios y ciudadanos comunes. En un manifiesto del 20 de julio de 1943, ADE decía: “Podemos y debemos ante esta situación presente pactar una tregua y consagrarnos a robustecer el concepto de NACIONALIDAD y tratar de conquistar las garantías que son el fundamento y vida de la democracia. Es preciso dar fin a la contradicción que encierra el hecho de la derrota institucional de la democracia ecuatoriana…. Partidos y entidades políticas precisan que mancomunen sus esfuerzos para sacar a flote el SER nacional… Que cada hombre sienta que la patria ecuatoriana le pertenece en un sentido político, social y económico… Estamos convencidos de que mientras no sean sólidamente cimentadas las bases de una auténtica democracia, ningún grupo político, por respetable que sea, es capaz de salvar al Ecuador por sí solo”. Lamentablemente “La Gloriosa” fue traicionada.

LA ASAMBLEA NACIONAL

Los Asambleístas discuten las normas que permitan el ágil funcionamiento de los niveles del gobierno y de las Instituciones que son pilares fundamentales para el buen desempeño de las estructuras políticas y de justicia. Lograr el equilibrio entre las funciones del Estado y evitar la concentración del poder y las crisis de institucionalidad son los objetivos que se han propuesto los integrantes de las Mesas de Estructura del Estado y la de Participación Ciudadana. Se le va ha reconocer al Presidente de la república la facultad de disolver al Congreso por una sola vez y si lo hace inmediatamente deberá pone su cargo a disposición y se realizarán elecciones generales. “Esta sería la última instancia de una crisis política”, porque con esa medida el Ejecutivo y el Legislativo se verían en la constante necesidad de buscar consensos, manifiesta la Asambleísta Betty Amores. ¿Funcionará esta formula mágica en la realidad? Además con el fin de fomentar la gobernalidad la mesa de Estructura aprobó la creación de un Consejo de Estado que haría las funciones de Ente articulador de las cinco funciones del Estado. Los derechos que han sido expandidos considerablemente a los ciudadanos como derecho al trabajo, a la seguridad alimentaría, a la cultura, licencia por paternidad, nuevos derechos individuales y colectivos, civiles y económicos, sociales y ambientales, por lo que en este sentido será una de las Constituciones mas completas en lo que ha derechos de los ciudadanos en el mundo. Pero surge una pregunta: ¿Tendrá el Estado capacidad de cumplir con todo lo propuesto? ¿Y las obligaciones del ciudadano para con el Estado, con su familia, con su entorno ambiental, laboral y comunitario? Los ciudadanos no sólo deben ser parte del problema sino de la solución. Así funcionan las democracias mas desarrolladas

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